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Terapia Cognitivo Conductual con base Integrativa
Tratamientos Cortos e Intermedios. Terapia Breve Focalizada, centrada en soluciones.
Adolescentes, Adultos y Adultos Mayores
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TEMATICAS POSIBLES DE TRATAMIENTO
Angustia
Autoexigencia
Conductas agresivas, violencia, manejo del enojo
Conflictos familiares
Crisis evolutivas y crisis vitales
Dependencia emocional
Depresión
Dolor crónico
Enfermedades físicas crónicas
Enfermedades psicosomáticas
Entrenamiento en Habilidades
Estrategias de Resolucion de Conflictos
Estrés
Fibromialgia – Fatiga crónica
Fobias
Habilidades de afrontamiento
Infidelidad
Inhibición
Inseguridad, Autoestima
Maltrato
Miedo a Hablar en Público, Timidez
Pánico
Regulación emocional
Relación de pareja
Relaciones sociales
Trastornos de Ansiedad
Trastornos de la conducta
Trastornos Obsesivos Compulsivos (TOC)
¿Cómo es la Terapia?
Las sesiones son de 45 minutos de duración, y en cada una de ellas la persona recibe pautas terapéuticas concretas que deberá seguir hasta la siguiente visita, ya que son la clave para solucionar su problema.
Una vez finalizada la terapia, se realiza un seguimiento sin costo alguno de dos sesiones breves al cabo de 6 y 12 meses después del alta, siendo una garantía de consolidación de los resultados a largo plazo.
En caso de ser necesario y si así lo decidiera, también se ofrecen tratamientos de mediano plazo en donde se trabaja con cuestiones de menor urgencia brindándole un espacio propio en donde poder ir resolviendo aquellos temas que surjan en el día a día del consultante.
¿Que es la Terapia Cognitivo Conductual?
La Terapia Cognitivo Conductual se enfoca en resolver los problemas actuales de la persona, los motivos que la aquejan hoy y la hacen sufrir.
El foco del tratamiento esta puesto en la resolución de las dificultades actuales, no obstante, cuando es necesario para entender el problema actual, recabamos información referida al pasado que pueda aportar datos en relación al problema que actualmente aqueja al paciente.
La Terapia Cognitivo Conductual es una forma de tratamiento psicológico de orientación eminentemente práctica, que apunta a la resolución de problemas a partir del cumplimiento y seguimiento de las tareas y objetivos pautados entre sesiones. Se trata de una terapia guiada en donde el terapeuta tiene un rol activo tanto en la co-construcción del motivo de consulta como en la orientación, guía y monitoreo del trabajo intra e intersesiones. A partir de esto, el paciente va incorporando nuevas capacidades y habilidades a través de ejercicios y tareas intersesiones, que van a colaborar en el manejo y resolución de los problemas que lo convocaron a la consulta.
Este abordaje es efectivo para tratar problemáticas tales como fobias específicas, depresión, Trastornos de Ansiedad y Angustia, Crisis de Pánico, Fobia social, inhibición, crisis evolutivas y vitales, problemas familiares y de pareja, dependencia emocional, malestar emocional inespecífico, TOC y para entrenamiento en habilidades sociales, de afrontamiento y de regulación emocional.
¿Que duracion tiene?
En relación a la duración, en términos generales la Terapia Cognitivo Conductual es una terapia de corto a mediano plazo. Su duración depende de varios factores, entre los que se encuentra el diagnóstico, ya que existen problemas o patologías cuya solución es más rápida y sencilla, mientras que otras de tipo crónicas o graves, requieren de terapias más extensas y de mayor duración en el tiempo. Otro factor que incide en la duración es el grado de involucración y compromiso del paciente con la terapia, a mayor compromiso y trabajo mejores y más rápidos resultados se obtienen.
¿Cuando Consultar?
Las personas que llegan a psicoterapia generalmente sufren lo que denominamos problemas de la vida; esto significa que las soluciones que emplearon ante ciertos problemas no funcionan como quisieran, les causan angustia, malestar o tristeza.
Puede suceder que las circunstancias presenten un carácter desfavorable, produciéndose una marcada elevación del nivel de tensión interior que conduce a desajustes funcionales orgánicos y emocionales, los que influyen sobre nuestra capacidad de recepción y entendimiento, tanto de la persona como de las situaciones, dando lugar al creciente deterioro de las relaciones familiares, sociales y profesionales. En este punto es cuando debemos considerar la necesidad de realizar una eventual consulta psicológica.
Es tarea del terapeuta ayudar a cambiar viejas soluciones que ya no funcionan, aprendiendo nuevas estrategias de afrontamiento y contemplando su problema desde distintas perspectivas.
Estas dificultades de la vida son la resultante de la interacción entre el ambiente o el contexto de las personas y su capacidad de adaptación.
Nuestro objetivo es ayudar a los pacientes a adaptarse con mayor flexibilidad a las circunstancias que les tocan vivir.
Nuestro criterio científico se sustenta sobre una base estrictamente clínica, teniendo por objetivo primario la eliminación del deterioro en el rendimiento intelectual, laboral y profesional, y en el desarrollo social y familiar, que toda alteración psicológica produce en las personas que la padecen.
A través del proceso terapéutico nos proponemos enseñarles a aquellas personas que nos consultan a ver sus problemas como desafíos en lugar de cómo amenazas, ya que si interpreta la realidad de este modo, se tiende a responder con una actitud fatalista que conlleva un comportamiento de evitación, y a no percibir una salida.
Por otro lado, las personas que contemplan sus problemas como desafios logran ser mas flexibles, y se ven a si mismos como mas capaces de encontrar formas adecuadas de solucionar sus conflictos.
Lo que nos interesa es el funcionamiento del problema y la elaboración de soluciones rápidas y efectivas: es decir "como" funciona el problema y no por que existe. Este cambio de óptica permite concentrarnos en el diseño de soluciones rápidas y efectivas, sin perder tiempo en búsquedas fatigosas, poco creíbles y totalmente inútiles.
Depresión
Los trastornos depresivos hacen que uno se sienta exhausto, inútil, desesperanzado y desamparado. Esas maneras negativas de pensar y sentirse hacen que las personas quieran darse por vencidas. Es importante ser consciente de que las maneras negativas de ver las cosas son parte de la depresión. Estas son distorsiones que, por lo general, no se basan en circunstancias reales. Los pensamientos negativos desaparecen cuando el tratamiento empieza a hacer efecto. Mientras tanto:
Fíjese metas realistas, tomando en cuenta la depresión, y no trate de asumir una cantidad excesiva de responsabilidades.
Divida las metas en partes pequeñas, establezca prioridades y haga lo que pueda cuando pueda.
Trate de estar acompañado y de confiar en alguna persona; siempre es mejor que estar solo y no hablar con nadie.
Tome parte en actividades que le ayuden a sentirse mejor.
Haga ejercicio liviano, vaya al cine, vaya a un juego deportivo, o participe en actividades recreativas, religiosas, sociales o de otro tipo. Todo eso puede ayudar.
No espere que su estado de ánimo mejore de inmediato, sino gradualmente. Sentirse mejor toma tiempo.
Es aconsejable que posponga las decisiones importantes hasta que la depresión mejore. Antes de hacer cambios importantes, como cambiar de trabajo, casarse o divorciarse, consulte con personas que lo conozcan bien y tengan una visión más objetiva de su situación.
La gente rara vez sale de una depresión de un día para el otro. Pero se puede sentir un poco mejor cada día.
Recuerde, patrones positivos de pensamiento eventualmente van a reemplazar los pensamientos negativos que son parte de la depresión. Los patrones negativos van a desaparecer tan pronto su depresión responda al tratamiento. Recuerde, tan pronto su depresión responda al tratamiento, los pensamientos negativos van a ser reemplazadas por pensamientos positivos.
Deje que sus familiares y amigos le ayuden.
Ansiedad
La ansiedad es una reacción normal al estrés y puede ser beneficiosa en algunas situaciones. Puede alertarnos sobre los peligros y ayudarnos a prepararnos y prestar atención. Los trastornos de ansiedad difieren de los sentimientos normales de nerviosismo o ansiedad e implican miedo o ansiedad excesivos. Los trastornos de ansiedad son los trastornos mentales más comunes y afectan a casi el 30 por ciento de los adultos en algún momento de sus vidas. . Pero los trastornos de ansiedad son tratables y hay varios tratamientos efectivos disponibles. El tratamiento ayuda a la mayoría de las personas a llevar una vida productiva normal.
La ansiedad se refiere a la anticipación de una preocupación futura y está más asociada con la tensión muscular y el comportamiento de evitación. El miedo es una respuesta emocional a una amenaza inmediata y está más asociado con una reacción de lucha o huida, ya sea permanecer peleando o salir para escapar del peligro. Los trastornos de ansiedad pueden hacer que las personas intenten evitar situaciones que desencadenan o empeoran sus síntomas. El desempeño laboral, el trabajo escolar y las relaciones personales pueden verse afectados. En general, para que una persona sea diagnosticada con un trastorno de ansiedad, el temor o la ansiedad debe: Ser desproporcionado a la situación o edad inapropiada Obstaculizar su capacidad de funcionar normalmente Hay varios tipos de trastornos de ansiedad, que incluyen trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico, fobias específicas, agorafobia, trastorno de ansiedad social y trastorno de ansiedad por separación.
Fobias
Una fobia es una reacción de miedo excesiva e irracional. Si tiene una fobia, puede experimentar una sensación profunda de temor o pánico cuando encuentre la fuente de su miedo. El miedo puede ser de un cierto lugar, situación u objeto. A diferencia de los trastornos de ansiedad generales, una fobia suele estar relacionada con algo específico. El impacto de una fobia puede variar de molesto a severamente incapacitante. Las personas con fobias a menudo se dan cuenta de que su miedo es irracional, pero no pueden hacer nada al respecto. Tales miedos pueden interferir con el trabajo, la escuela y las relaciones personales.
Por más que a más de uno le resulten curiosas o sorprendentes, las fobias no son un trastorno extraño. De hecho, son muy comunes. Los expertos calculan que las fobias en su conjunto tienen una incidencia en el 5% de la población mundial. Esto significa que una de cada veinte personas padece algún tipo de fobia. Las mujeres padecen fobias con más frecuencia que los varones.
Dentro de la clasificación en fobias específicas (miedo a ciertos objetos, situaciones o fenómenos) y fobias sociales (temor o ansiedad extrema frente a determinados acontecimientos sociales, como entablar contacto verbal con desconocidos o tratar con la familia política), son mucho más comunes las primeras. De hecho, mucha gente padece una fobia específica pero ésta no le afecta en su vida cotidiana
Fobia Social
La fobia social es el miedo irracional a ser juzgado o rechazado por las demás personas, especialmente por aquellas que todavía no conoces. Es el terror crónico a ser el centro de atención y a comportarte de forma humillante, por eso genera una terrible ansiedad anticipatoria. Aparece con sólo pensar en la situación.
Existen dos tipos de fobia social: la específica y la general. La específica es el miedo a una situación concreta, casi siempre a hablar en público, mientras que con la general se teme la mayoría de situaciones sociales.
Las personas con fobia social ya saben que su miedo es irracional. Aunque es bueno recordárselo de vez en cuando, sólo diciéndoles esto no se consigue nada. Saber algo no es lo mismo que sentir algo.
Es el tercer trastorno mental más común en adultos y hasta un 7% de la población la sufre, mayoritariamente mujeres. Y la probabilidad de que en algún momento de nuestra vida tú o yo experimentemos ansiedad social es de alrededor del 14%.
La fobia social suele ir acompañada de baja autoestima y excesivo perfeccionismo, y como resultado acostumbra a causar depresión.
Su origen está en la infancia o adolescencia, quizás por culpa de un entorno emocional hostil o de haber sufrido una experiencia humillante. Por tratarse precisamente de niños (es tímido, ¡ya se le pasará la tontería!), es difícil de diagnosticar a tiempo. Y eso la convierte en crónica.
Los últimos estudios demuestran que hay dos estrategias para superar la fobia social que habitualmente son eficaces con sólo 12 semanas de tratamiento. Se trata de cambiar lo que piensas para cambiar tu conducta (con el enfoque cognitivo-conductual) o aceptar lo que piensas para cambiar tu conducta (con la terapia de aceptación y compromiso).
Básicamente, la estrategia cognitivo-conductual implica sustituir tus pensamientos negativos por otros más realistas, mientras que la terapia de aceptación y compromiso te ayuda a convivir con ellos mediante mindfulness.
Ambas han demostrado ser más efectivas incluso que la medicación. Como dice uno de los investigadores, “nuestros cerebros están diseñados para aprender, y la medicación no sirve para eso”.
. El comportamiento habitual cuando empiezas a sentir ansiedad es evitar la situación que la causa, por ejemplo tomando la decisión en el último minuto de no ir a una fiesta.
Como entonces la ansiedad baja, te sientes mejor. Y asocias ese alivio a haber evitado esa situación incómoda. Eso es lo que perpetua el hábito de escapar de tus miedos.
Esta estrategia para vencer la fobia social se basa en el siguiente razonamiento:
Tus pensamientos influyen sobre lo que sientes, y tus sentimientos influyen en tu conducta.
Si cambias tus pensamientos sobre lo que te causa ansiedad, entonces tu conducta también cambiará.
Como cualquier aprendizaje, cuando lo repitas muchas veces crearás una nueva vía neuronal que lo convertirá en un hábito.
Además de recapacitar sobre tus pensamientos negativos, esta estrategia también implica exponerte poco a poco a tus miedos para romper el hábito de evitarlos. Así te darás cuenta, por fin, que tus peores pesadillas son pura imaginación.
Es muy efectiva siempre que seas constante. ¡Hay estudios que demuestran que los beneficios de una única terapia de este tipo pueden durar más de 10 años!