Como parte de nuestra naturaleza como seres humanos, normalmente no nos gustan los cambios importantes y el miedo a lo desconocido que acompaña al cambio. La "ansiedad anticipatoria" que experimentamos en medio de importantes cambios en la vida puede ser emocionalmente paralizante.
Para manejar los cambios en su vida, debe aceptar lo que está más allá de su control y concentrarse en su propia transición interna a la nueva realidad. Recuerde que sentir miedo por el cambio no significa que el cambio sea malo, lo que al principio parece aterrador puede ser lo mejor.
Reconozca que los cambios siempre ocurrirán. Los cambios ocurren en nuestras vidas a intervalos regulares, ya sea que los conozcamos o no. La vida no es estática, ni estamos destinados a ser, el cambio es parte de nuestra propia naturaleza, bienvenido o no. El cambio es inevitable y esencial.
Espere resistencia interna al cambio. Además de aceptar que el cambio sucede y debe suceder, también hay que aceptar que instintivamente la persona será (al menos inicialmente) resistente a la mayoría de los cambios. Este instinto no influye en la probabilidad de que un cambio sea bueno o malo, es simplemente una respuesta humana típica a algo diferente.
Algunos cambios serán un desafío. Puede cambiar el trabajo o verse obligado a mudarse lejos. Estos son desafíos que uno puede aceptar o no. Si la persona puede superar su resistencia y aceptar el cambio como una nueva aventura, al final puede terminar más feliz y mejor.
Si bien no resulta fácil separarse emocionalmente de la experiencia de los cambios en la vida, se puede intentar dar un paso atrás y mirar las cosas desde la distancia. Una buena forma es tomar lápiz y papel si esto ayuda, y anotar exactamente qué cambió y cómo le impactó ese cambio. Una vez que haya determinado con precisión a qué se enfrenta, puede desarrollar estrategias de afrontamiento que sean las más adecuadas para enfrentar las circunstancias.
Es importante determinar lo que se puede y lo que no se puede controlar. Muchos cambios en la vida estarán completamente fuera de nuestro control, desde la muerte de un ser querido hasta la reducción de personal corporativo, y así sucesivamente. Incluso cuando tiene cierto control, como tratar de elegir qué casa comprar en una nueva ciudad, aún no está al mando del cambio general de la vida que se produce. Sin embargo, lo que siempre se tiene, es la capacidad de controlar cómo se responde a ese cambio.
La clave para aceptar el cambio es tener una mente abierta y aceptar todo tal como se presenta. El cambio ocurrirá, le guste o no, no se puede controlar. Frente a este cambio, sin embargo, la persona tiene la capacidad de dar forma a su respuesta de una manera positiva, buscando activamente estrategias para reorientarse (emocionalmente y de otro modo) a las nuevas circunstancias.
Los cambios en la vida pueden y aumentarán los niveles de estrés, y algunas personas tienen más dificultades para manejar el estrés que otras. Si bien una cantidad manejable de estrés es algo saludable y puede ayudarlo a adaptarse con éxito a los cambios en la vida, el estrés excesivo y/o constante puede dañar su salud emocional, mental y física. Para poder manejar los cambios en su vida, debe ser capaz de manejar el estrés que lo acompaña.
Los síntomas de estrés excesivo pueden tomar muchas formas, desde experimentar dificultad para concentrarse hasta tener palpitaciones del corazón. Los tratamientos para el estrés también toman numerosas formas, que van desde la vida saludable (comer, dormir y hacer ejercicio) hasta la meditación y disfrutar divertidas distracciones.
Ajustarse a los cambios no es a menudo una calle de sentido único. Algunas veces, se darán dos pasos hacia adelante y un paso hacia atrás. Y eso es normal y saludable. No es bueno juzgarse y autoreprocharse por deslizamientos o retrocesos, sino que se debe mantener enfocado en los pasos positivos que se han dado y en los que darán a continuación.
Resulta muy útil hacer una lista de lo que se teme sobre los cambios que se están enfrentando, para en un segundo momento, revisarla y determinar si estos temores son cosas sobre las que se puede hacer algo.
Si simplemente siente que no puede manejar los cambios que suceden en su vida o, más específicamente, su respuesta emocional a ellos, no dude en buscar orientación profesional. Los profesionales de la salud mental son capaces de ayudarlo a evaluar, aceptar y adaptarse mejor a los cambios que le suceden.